
"Los gallegos somos extremadamente hospitalarios con los visitantes. Y tremendamente irritables con los vecinos. Apreciarán la diferencia en cuanto se aposenten y pasen de ser veraneantes a vecinos. Aquí también se aplica el dicho anglosajón de que "las buenas vallas hacen buenos vecinos", pero dependiendo de la valla. Las buenas son las que ya están hechas y no son movibles. Además, sus vecinos autóctonos serán con toda seguridad los antiguos propietarios de los terrenos que ustedes ocupan, que los vendieron por dos duros cuando eran de uso agrícola porque creyeron hacer un buen negocio, o porque con el señor que los compraba venía un concejal que decía que los iban a expropiar si no vendían. Necesitarán más que una valla para sentirse a salvo de las miradas."
No hay comentarios:
Publicar un comentario