27 jul 2006

Una lambic en Bruselas


Las cervezas belgas tienen una buena fama muy merecida. Lo que más llama la atención es su inmensa variedad. Las hay de muy diferentes sabores, de diversas graduaciones, de una fermentación o de dos fermentaciones, etc. El pasado mes de febrero visité Bruselas y no me pude resistir a la tentación de probar por lo menos alguna de las especialidades belgas. Yo, que soy un amante de la cerveza, que en Alemania me pongo las botas y que en la República Checa soy devoto de una pivo de Staropramen, tenía que hacerlo.
En un extremo de las Galerías Saint Hubert de Bruselas se encuentra una cervecería muy conocida llamada 'A la mort subite'. Su nombre procede de un juego de naipes que allí era frecuente y hoy en día incluso da nombre a una marca de cerveza propia. En el local, que mantiene ese gusto por lo antiguo, existe un espejo en el que figuran las variedades de cerveza disponible y todos sus precios actualizados. Además resulta un lugar muy acogedor en el que merece la pena cenar a base de omelettes y grandes rebanadas de pan con mantequilla y jamón de las Ardenas.
Me decanté por la cerveza típica de Bruselas, la lambic. Su sabor es muy diferente a las cervezas que estamos acostumbrados a tomar aquí en España. No me entusiasmó pero me resultó curioso probarla. Tenía un sabor agridulce. Fue divertido.

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