Nos últimos tempos comprobamos que hai moitos aos que irrita terriblemente a chamada memoria histórica. Semella que para eles sería mellor o total esquecemento do pasado pero unha sociedade que queira mirar o futuro non debe olvidar. Esa famosa frase: "quen descoñece a súa historia está condenado a repetila", non por gastada deixa de ser certa.
O historiador Javier Tusell, ao sinalar os factores que explican o éxito da transición democrática española, non esquecía o papel fundamental xogado pola memoria neses anos trascendentais:
"Podría haberse pensado que el recuerdo del pasado [a guerra civil] ejerciera una función negativa: así lo pensaban muchos observadores extranjeros, para quienes resultaba previsible una nueva guerra civil en el mismo momento de la muerte de Franco. Pero fue exactamente al revés: la memoria de lo sucedido en los años treinta sirvió de advertencia a los protagonistas políticos y a la propia conciencia de la sociedad, de modo que, a lo largo de todo el proceso, pendió sobre unos y otros la espada de Damocles de la reproducción de la contienda fratricida, obligando a rectificaciones en aquellos momentos en los que se producía la sensación de que existía el peligro de que descarrilara el proceso".
Javier Tusell: Historia de España en el siglo XX. Vol IV: La transición democrática y el gobierno socialista.
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