31 mar 2008

O Parnaso está lonxe


Seguimos coa frustrada festa da poesía preparada para o 21 de marzo de 1955 no Liceo de Ourense. Vicente Risco reaccionou ante o fracaso da iniciativa coa súa arma favorita: a ironía.

HORAS
¿Qué ha pasado? ¿Qué viento de marzo ahuyentó la bandada de pájaros cantores?
Se puede imaginar una huelga de cualquier cosa, antes que una huelga de poetas.
En el año 1919, eran en Orense, entre probados y sospechosos, 530, alrededor de la décima parte de la población, sin contar aquellos de quienes no se podía suponer, y que posiblemente componían versos en secreto.
Teniendo en cuenta el aumento de la población debiera haber ahora 5.500. ¿En dónde están? ¿En dónde se meten?
Ahora debiéramos llamar, uno por uno, a todos los conocidos, por sus nombres: ¿Qué ha sido de Fulano? ¿Por dónde anda Mengano?
No lo hago, francamente, por temor a los no llamados.
"Posío" los ha llamado, en nombre de la Primavera. Con su llamamiento, les ha dado salvoconducto, podían acudir sin temor.
Acudieron en todas partes: en Vigo, en Carballino. Nos han pisado, por culpa nuestra. Es increíble.
Yo les diría, con Nietzsche: "No aplacéis vuestras acciones para más tarde". Los versos lo mismo dicen hoy que mañana; siempre os atrapará por sorpresa la Primavera, estad siempre dispuestos a esperarla; por mucho que se esconda, algún día se descuidará, y mostrará, aunque no quiera, su faz radiante. No permitáis que os coja en falta.
No tengáis cuidado, todavía no están tasados (sic) los laureles. Se ha escrito: "Les lauriers sont coupés": pero no hagáis caso, no están más que podados.
Pero en fin, ahora ya fué.
Sin embargo, queda una posibilidad: que hayan ido a reunirse en el Parnaso.
Pero el Parnaso está muy lejos.

La Región, 23 de marzo de 1955.

(Na imaxe, O Parnaso de Rafael Sanzio).

30 mar 2008

A Primavera, festa da poesía


Non lembro quén dicía aquelo de "a poesía non se vende... nin sequera se compra". Do que si que me acordo é daquela canción dos vigueses Golpes Bajos: "Malos tiempos para la lírica". Pois ben, o 21 de marzo é declarado o Día Mundial da Poesía desde o ano 2000. Cando lle hai que dedicar un día a algo, mal asunto. Será que non goza de boa saúde o enfermo. No Liceo de Ourense celebraron o xoves un acto cultural no que medio cento de mozos recitaron variados poemas.

En marzo de 1955 xa en Ourense se pretendía facer unha grande festa da poesía. Foi un fracaso estrepitoso. Vicente Risco foi o seu máximo impulsor e, contra o seu habitual escepticismo e ironía, parecía verdadeiramente ilusionado coa idea:

HORAS

Estas "Horas", por tratarse de quien se trata, son horas extraordinarias. La poesía siempre lo es, por su naturaleza, y las horas que se le dedican, para hacerla, para escucharla y para escribir sobre ella, más aún.
Estas "Horas" están escritas a las cuatro y media de la tarde del día de ayer, 21 de marzo de 1955, después de la hora oficial designada para entrar la primavera y tres horas y media antes del comienzo de la Fiesta.
Han sido escritas en cumplimiento del rito nuevo, que se ha establecido, en recuerdo de todos los ritos perdidos que en otro tiempo alegraban la vida de las gentes.
Cómo ha sido posible escribirlos antes de la Fiesta, se comprenderá muy bien recordando que las reseñas de toros se escriben antes de la corrida. Las fiestas de la Poesía tienen de común con las corridas, por lo menos, el riesgo.
El motivo de anticiparlas es que, tan bueno como describir la fiesta, es imaginarse cómo será.
Es como quien juega a lo que se llama "una ciega".
Hasta ahora —siempre hay que tener esperanza en la sorpresa— es un parecer que no concurrirán tantos poetas como desearíamos.
De este modo sube el papel de los que concurran, y también se les exigirá mayor esfuerzo.
Como lo más probable es que la Primavera no asista a la Fiesta, los poetas tendrán que suplirla creando en el salón del Liceo, tan blanco y tan barnizado, un clima de flores y de pájaros, muy difícil en nuestros días.
Tendrán que dar cuerpo, si no sensible, representable, a la primavera imaginaria que cada uno está obligado a llevar dentro, por su edad —los poetas suelen tener siempre veinte años tan solo, aún al final de una larga vida— y por la antigüedad de su menester, que nació con el hombre.
Tienen que hacernos ver, con el ojo hiperfísico, la Primavera que huye de nuestros sentidos físicos, inobediente al curso del año.
Nada les es más fácil, si quieren, tanto más, que la Primavera igual se crea riendo que llorando, pues tiene su melancolía color malva, en el cielo y en la tierra, y no hay poeta completo sin lágrimas.
Bueno, señoras y señores, esto iba a ser la crónica profética de la Fiesta de la Poesía de 1955; pero en lugar de una crónica, salió un programa, casi una consigna, por lo menos una instancia.
Que no será atendida por los poetas, seguramente.
Y harán bien, porque lo primero es su libertad. Dejadlos volar por las cuatro estaciones, que, a lo mejor, ellos bien saben.

La Región, 22 de marzo de 1955.

Debaixo da columna de Risco a redación do xornal publicaba unha curiosa nota explicativa:

"Como tantas noticias desiderativas, la de don Vicente Risco ha quedado sin cumplir. Convocada la "Fiesta de la poesía" para las ocho de la tarde de ayer en el Liceo, no pudo celebrarse por falta de poetas. Orense, donde el calor de la incubadora natural de las Burgas es tan favorable para la cría de "inspirados", sufre al parecer un colapso: Homero duerme, y deseamos que el despertar llegue pronto, antes de que su prolongación pueda desacreditarnos y ocasionar que Orense sea dado de baja en el mapa mundi de la lírica."
(Na imaxe, A Primavera de Sandro Botticelli)

26 mar 2008

O xornalista Manuel Lustres Rivas

A escolma biográfica publicada pola editorial Galaxia co título Xornalistas con opinión inclúe nesta primeira entrega a dous grandes persoeiros da ría de Arousa. Un desta ribeira pontevedresa, Julio Camba; e o outro daquela ribeira coruñesa, Manuel Lustres Rivas. Xa falaremos noutra ocasión do vilanovés. Agora quero determe na figura deste último, glosada nesta recopilación por Montse Calvo.

Manuel Lustres Rivas naceu perto do peirao de Ribeira en 1888 (o mesmo ano que Otero Pedrayo). Trasladouse a Compostela para seguir estudos de medicina. Alí fixo amizade con Castelao e participou nas tertulias do Café Colón. Moi cedo prende nel a vocación de xornalista estreándose nesas lides en El Miño, o diario liberal ourensán no que tamén se iniciou Vicente Risco (1898-1913). Máis tarde colabora no máis importante diario vilagarcián da época: Galicia Nueva. Tamén traballou nos inicios da publicación Vida Gallega, compartindo colaboracións co propio Castelao.

En 1922 pasou a ser redactor xefe do xornal vigués Galicia, unha das cimas do xornalismo galego do século XX, contemporáneo e irmán do ourensán La Zarpa. Despois de deixar a redación emigra á Arxentina aínda que segue a colaborar co xornal enviando crónicas daquel país. Pouco despois regresa a Galiza e colabora no Faro de Vigo e outros medios.

A súa vocación xornalística vai moi vencellada ao seu fondo compromiso político. Nun primeiro momento loita polas reivindicacións do campesiñado xunto á egrexia figura de Basilio Álvarez. Dirixe El Heraldo Gallego en 1913 e os seus artigos tamén aparecerán máis tarde no citado La Zarpa, diario agrarista fundado polo abade de Beiro.

Comprométese co galeguismo e o nacionalismo durante o final da Ditadura e a Segunda República. Finalmente, vai formar parte da lista de homes da nosa cultura asasinados polos sublevados no ano 1936. É detido en Vigo, trasladado logo á illa de San Simón e executado na devesa da Concheira (Redondela) en novembro de 1936. Hoxe en día, lamentablemente, é unha figura case esquecida, por iso vale moito a pena a iniciativa deste grupo de investigadores encargados de recuperar unha parte importante da nosa memoria histórica e cultural.

24 mar 2008

A lonxa dos comics

Ourense nin ten mar nin ten peixe, pero si tivo unha lonxa un pouco especial. Na confluencia da rúa Lamas Carvajal e os xardíns do Padre Feixoo, xusto diante do quiosco de "La Viuda" había a mediados do século pasado unha verdadeira lonxa de compra e venda de comics e cromos. O máis destacado reporteiro daquela época, Francisco Álvarez Alonso, dedicou en marzo de 1954 a súa columna de La Región a este lugar que moitos ourensáns aínda hoxe lembran.

SOBRE LA MARCHA

La lonja de los "chistes"

Uno de los espectáculos más curiosos de las mañanas domingueras de nuestra ciudad, es el que forman esos grupos de niños que se reúnen a la entrada de la calle de Lamas Carvajal —frente al puesto de venta de periódicos de la "Viuda de Lisardo"— para intervenir en el mercado de los "chistes" y de los cromos, al que se entregan con verdadero apasionamiento. Son muchos, a veces en número superior al de ciento, y su presencia da lugar a saladísimas escenas que, de ser recogidas en toda su "salsa", reflejarían, sin duda alguna, el carácter y el ingenio del niño orensano en esa edad que va desde los ocho años hasta los trece o catorce.
El domingo último el "mercado" estaba bastante animado. A eso de las doce y cuarto los grupos discutían las cualidades de los diversos "artículos" y la ley de la oferta y la demanda jugaba allí un particularísimo papel. Había caras para todos los gustos: vivas, sagaces, despiertas, abatidas, tristes, melancólicas...
Uno gritaba a todo pulmón:
—¡Tengo cromos del "Coyote"!...
Otro lanzaba a los cuatro vientos este desafío:
—¿Quién me cambia los del "Guerrero" o los de "Tony"?
Ese "los" tan impersonal no era ningún misterio. Estaba a la vista de quien tuviera interés por saber de qué se trataba. Debajo del brazo, el oferente llevaba, doblados por la mitad, veinte, treinta, yo qué sé cuántos pequeños cuadernillos en octava con las cubiertas llenas de dibujos llamativos, que solo esperaban la señal del posible cambista para ir pasando uno tras otro por las manos del propietario.
Un tercero, en fin, chillaba:
—¡Vendo cromos de "Bill, el niño"!
Entonces, como mariposas atraídas por la luz de una bombilla, toda una serie de cativos se apelotonaba en torno al que había dado la voz y, como en un conciliábulo de pequeños gnomos, iniciaban un mutuo cambio de impresiones, del que solamente se escuchaban unos débiles bisbiseos, ininteligibles para quien no estuviera en el secreto del lenguaje de la "lonja".
Yo cogí a dos de ellos y quise saber algo acerca del funcionamiento de esta "bolsa" del "chiste".
—¿A cómo vendéis cada uno de esos cuentos?
—No, señor, no los vendemos. Solo venimos aquí para cambiarlos.
—¡Dígale que no, que éste le es un trampón! También los vendemos, solo que muy baratos.
—¿A cuánto?
—Depende. Unos a real, otros a peseta, otros a dos pesetas...
En un grupo contiguo al nuestro se había originado una pequeña discusión. No sé cómo fue el principio ni por qué se inició. El caso es que, de pronto, una voz llorona se levantó entre los presentes, para decir, en son de pequeña protesta:
—¡Anda, atrévete! ¡A ver si eres capaz de tocarme!
El antagonista de aquella voz era un muchacho de fuerte complexión. No pasaría de los doce años. Crispó los puños con violencia y, por un instante, creí que iba a aceptar el reto. Pero entonces ocurrió un hecho insólito. Un ser minúsculo, casi imperceptible, se acercó al que llevaba las apariencias de convertirse en "matón" y, encarándose con él, le reconvino:
—¡Abuseta! Deja al chico en paz. Tú tócale, que ya verás lo que te pasa.
El otro lo miró con desprecio, con el mismo desprecio con que se mira al perro que ladra mucho detrás de una verja cuando pasa uno por delante.
—¡Caray! ¡Qué miedo me das! Ni que fueras "El Coyote".
—Tú, métete, si eres hombre.
Hubo un breve amago de pelea, pero la cosa no pasó a mayores. Los dos contendientes todavía se dijeron algo en tono fuerte y hasta se oyeron palabras tan duras como "tortazo", "paliza" y "metido". Luego se separaron y cada cual se incorporó a otro de los grupos ya constituidos.
Mis pequeños confidentes no se habían separado de allí. Quizá esperaban que yo me convirtiese en un buen cliente.
—¿Cuántas horas dura esto?
—Nosotros estamos aquí hasta después de la una. A veces hasta cerca de las dos.
—Pero es mucho tiempo.
—Es que muchas veces hay que esperar a que salgan los de las "cataquesis".
—¿Estudiáis?
—Sí señor. Yo llevo el segundo año del "Bichiller".
—Y yo el primero.
—¿Y no os impide estudiar el leer estas cosas?
Ellos no responden. Se miran con cierto arrebolamiento y bajan la vista.
—¿Qué cuentos son los más caros?
—"El pequeño luchador", 1,50; "El aventurero", 3 pesetas; "Florita", 2; "Jaimito", 1,50.
—¿Y los más emocionantes?
—"Pachón", "Aventuras del F.B.I." y "El Cachorro".
—¿Los de la guerra de Corea, no?
—¡Bo! Esos son de propaganda.
—¿Cómo de propaganda?
—Sí, señor. Siempre ganan los americanos.
Y me voy, porque, de seguir allí, creo que en vez de como periodista voy acabar preguntando como simple mortal.

F. ÁLVAREZ ALONSO

La Región, 30 de marzo de 1954.



(Na imaxe superior un detalle do Fauno con moucho de Xaime Quessada, escultura erixida no lugar en lembranza da antiga "lonxa". Na imaxe inferior a portada dun exemplar de "Florita", un dos comics de máis éxito da época.)